El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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566. Un espíritu que ha cultivado una especialidad en la tierra, un pintor, un arquitecto, por ejemplo, ¿se interesa preferentemente en los trabajos que le han sido predilectos durante la vida?

«Todo se confunde en el fin general. Si es bueno, se interesa tanto como se lo permite la ocupación de ayudar a las almas a elevarse hacia Dios. Olvidáis, además, que un espíritu que ha practicado un arte en la existencia que le conocéis, puede haber practicado otro en otra existencia; porque preciso es que lo sepa todo para ser perfecto, y así, según su grado de adelanto, puede no haber especialidades para él, y esto entiendo decir cuando digo que todo se confunde en el fin general. Notad también lo siguiente: lo que es sublime para vosotros en vuestro mundo atrasado, son puerilidades en mundos más adelantados. ¿Cómo queréis que los espíritus que habitan mundos donde existen artes desconocidas de vosotros, admiren lo que para ellos es una obra de aprendiz? Yá lo he dicho, examinad lo que puede probar el progreso».

-Concebimos que así suceda en espíritus muy adelantados; pero hablamos de espíritus más vulgares y que no se han hecho superiores aún a las ideas terrestres.

«En cuanto a éstos, es diferente. Su punto de vista es más limitado, y pueden admirar lo que vosotros admiráis».