El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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DE LA REENCARNACIÓN

166. ¿Cómo puede acabar de purificarse el alma, que no ha alcanzado la perfección durante la vida corporal?

«Sufriendo la prueba de una nueva existencia».

-¿Cómo realiza el alma esta nueva existencia? ¿Transformándose como espíritu?
«Es indudable que purificándose el alma, sufre una transformación; pero para conseguirlo, le es precisa la prueba de la vida corporal»

-¿El alma tiene, pues, muchas existencias corporales?

«Sí; todos tenemos muchas existencias. Los que os dicen lo contrario, quieren teneros en la ignorancia en que ellos están. Su deseo no es otro».

-Parece resultar de este principio que el alma, después de abandonar el cuerpo, toma otro, es decir, que se reencama en un nuevo cuerpo. ¿Es así como debemos entenderlo?

« Evidentemente».

167. ¿Cuál es el objeto de la reencarnación?

«La expiación y mejoramiento progresivo de la humanidad. ¿Dónde estaría sin eso la justicia?»

168. ¿Es limitado el número de las existencias corporales o bien se reencarna perpetuamente el espíritu?

«En cada nueva existencia, el espíritu da un paso en el camino del progreso, y cuando se despoja de todas las impurezas no necesita ya las pruebas de la vida corporal».

169. ¿Es el mismo el número de encarnaciones para todos los espíritus?

«No; porque el que progresa rápidamente se evita pruebas. Como quiera que sea, las encarnaciones sucesivas son siempre muy numerosas; porque el progreso es casi infinito».

170. ¿Qué viene a ser el espíritu después de su última encarnación?
«Espíritu bienaventurado. Espíritu puro».