El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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PRUEBAS DE LA RIQUEZA Y DE LA MISERIA

814. ¿Por qué ha dado Dios a unos las riquezas y el poder y a otros la miseria?

«Para probar a cada uno de un modo diferente. Ya sabéis, por otra parte. que los mismos espíritus son los que han elegido esas pruebas, en las cuales sucumben con frecuencia».

815. ¿Cuál de las dos pruebas. es más ímproba para el hombre, la de la desgracia o la de la fortuna?

«Tanto lo es una como la otra. La miseria provoca la murmuración contra la Providencia, la riqueza excita a todos los excesos».

816. Si al rico le rodean más tentaciones, ¿no tiene también más medios de hacer bien?

«Justamente eso es lo que no hace siempre; se convierte en egoísta, orgulloso e insaciable; sus necesidades aumentan con su fortuna, y nunca cree tener bastante para si solo».

La elevación en este mundo y la autoridad sobre sus semejantes, son pruebas tan peligrosas y grandes como la desgracia; porque míen tras más rico y poderoso es un hombre, más obligaciones tiene que cumplir, y mayores son los medios de hacer bien y mal. Dios prueba al pobre por medio de la resignación, y al rico por el uso que hace de sus bienes y poderio.

La riqueza y el poder engendran todas las pasiones que nos apegan a la materia y nos alelan de la perfección espiritual, y por esto dijo Jesús: «En verdad os digo, que es más fácil el pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios». (266.)