El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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AMOR MATERNAL Y FILIAL

890. ¿El amor maternal es una virtud, o un sentimiento instintivo común a los hombres y a los animales?

«Lo uno y lo otro. La naturaleza ha dado a la madre el amor a sus hijos con la mira de la conservación de éstos: pero semejante amor en los animales está limitado a las necesidades materiales. Cesa cuando los cuidados son inútiles. En el hombre dura toda la vida, y es susceptible de una desinterés y de una abnegación que constituyen la virtud.

Sobrevive hasta la muerte, y sigue al hijo hasta más allá de la tumba. Ya veis, pues, que hay en él algo más que en el animal». (205-385)

891. Puesto que el amor maternal es natural, ¿cómo hay madres que aborrecen a sus hijos a menudo desde el nacimiento?

«A veces es una prueba elegida por el espíritu del niño, o una expiación, si ha sido un padre malo, o mala madre, o mal hijo en otra existencia. (392) En todo caso, la madre mala no puede estar animada más que por un espíritu malo que trata de entorpecer al del hijo, a fin de que sucumba en la prueba que ha elegido. Pero esta violación de las leyes de la naturaleza no quedará impune, y el espíritu del hijo será recompensado por los obstáculos que haya vencido».

892. Cuando los padres tienen hijos que les causan pesares, ¿no son excusables si no sienten por ellos la ternura que hubiesen sentido en el caso contrario?

«No; porque es una carga que se les ha confiado, y su misión consiste en esforzarse por atraerlos al bien. (582-583) Pero esos pesares son con frecuencia resultado de la mala tendencia que les han dejado adquirir desde la infancia. Los padres cosechan entonces lo que han sembrado».