El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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660. ¿La oración hace mejor al hombre?

«Sí; porque el que ora con fervor y confianza es más fuerte contra las tentaciones del mal, y Dios le envía buenos espíritus para que le asistan. La oración es un auxilio que nunca se niega, cuando es pedido con sinceridad».

-¿A qué se debe que ciertas personas que oran mucho, tienen sin embargo, muy mal carácter, son celosas, envidiosas, acres, carecen de benevolencia, de indulgencia y hasta llegan a ser viciosas a veces?

«Lo esencial no es orar mucho, sino orar bien. Esas personas creen que todo el mérito está en la extensión de la oración, y cierran los ojos a sus propios defectos. La oración es para ellas una ocupación, un empleo de tiempo, pero no un estudio de si mismas. Lo ineficaz no es el remedio, sino el modo de emplearlo».