El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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501. ¿Por qué la acción de los espíritus en nuestra existencia es oculta, y por qué cuando nos protegen, no lo hacen de un modo ostensible?

«Si contaseis con su apoyo, no obraríais por vosotros mismos y vuestro espíritu no progresaría. Para que pueda adelantar necesita experiencia, y preciso es que a menudo la adquiera a su costa. Es necesario que ejercite sus fuerzas, sin lo cual vendría a ser como el niño a quien no se deja andár solo. La acción de los espíritus que os quieren bien, está dispuesta de modo que deje siempre a salvo vuestro libre albedrío; porque, si no fueseis responsables, no adelantaríais en el camino que ha de, conduciros a Dios. No viendo el hombre a su sostenedor, se entrega a sus propias fuerzas; pero su guía le vigila empero, y de vez en cuando le avisa que desconfíe del peligro».