El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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-¿Cómo, pues, lo invocaremos, si no lo conocemos?

«Dadle el nombre que queráis, el de un espíritu superior a quien tengáis simpatía y veneración. El espíritu protector acudirá al llamamiento; porque todos los espíritus buenos son hermanos y se auxilian».