Revista espírita — Periódico de estudios psicológicos — 1858

Allan Kardec

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Varios de nuestros lectores han tenido a bien responder al llamado que hemos hecho en nuestro primer número, con relación al suministro de informaciones. Un gran número de hechos nos han sido señalados, entre los cuales los hay de mucha importancia, por lo que les estamos infinitamente agradecidos, y no menos gratos por las reflexiones que a veces los acompañan, aun cuando las mismas revelan un conocimiento incompleto de la materia: ellas darán lugar a esclarecimientos sobre los puntos que no hayan sido bien comprendidos. Si no hacemos una mención inmediata de los documentos que nos han sido suministrados, no es porque pasen inadvertidos; siempre tomamos buena nota de los mismos para tarde o temprano aprovecharlos.

La falta de espacio no es la única causa que puede demorar su publicación, sino también la oportunidad de las circunstancias y la necesidad de relacionarlos con los artículos de los cuales pueden ser útiles complementos.

La multiplicidad de nuestras ocupaciones, junto a la extensión de la correspondencia, nos pone a menudo en la imposibilidad material de responder como quisiéramos, y como deberíamos, a las personas que nos hacen el honor de escribirnos.59 Por lo tanto, les rogamos encarecidamente no tomar a mal un silencio que no depende de nuestra voluntad. Esperamos que su buena voluntad no se enfríe por esto, y que consientan en no interrumpir de modo alguno sus interesantes comunicaciones; a este efecto, llamamos nuevamente la atención sobre la nota que hemos dado al final de la Introducción de nuestro primer número,60 con relación a las informaciones que solicitamos la bondad de enviarnos, rogándoles, además, que no omitan decirnos cuándo podremos hacer mención de los lugares y de las personas, sin inconvenientes.

Las observaciones anteriores se aplican igualmente a las cuestiones que nos son dirigidas sobre los diversos puntos de la Doctrina. Cuando requieren desarrollos de una cierta extensión, nos es aún menos posible darlos por escrito, ya que muy frecuentemente deberíamos repetir lo mismo a un gran número de personas. Como nuestra Revista está destinada a servirnos de medio de correspondencia, esas respuestas allí encontrarán naturalmente su lugar, a medida que se presente la ocasión de tratar dichos temas, y esto será más ventajoso, puesto que las explicaciones podrán ser más completas y del provecho de todos.

ALLAN KARDEC