Revista espírita — Periódico de estudios psicológicos — 1858

Allan Kardec

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1. De dos hombres ricos, uno ha nacido en la opulencia y nunca hubo conocido la necesidad; el otro debe su fortuna a su trabajo; ambos la emplean exclusivamente para su satisfacción personal; ¿cuál de los dos es el más culpable? –Resp. El que ha conocido el sufrimiento: él sabe lo que es sufrir.


2. El que acumula sin cesar y sin hacer bien a nadie, ¿encuentra una excusa admisible en el pensamiento de que él amontona para dejar más a sus hijos? –Resp. Es un compromiso con la mala conciencia.


3. De dos avaros, el primero se rehúsa a lo necesario y muere de necesidad sobre su tesoro; el segundo sólo es avaro para los otros: es pródigo para sí mismo; mientras que se rehúsa al más leve sacrificio para ayudar o hacer una cosa útil, nada le cuesta para satisfacer sus goces personales y sus múltiples caprichos. Si le piden un servicio, está siempre incomodado. ¿Cuál es el más culpable y cuál tendrá el peor lugar en el mundo de los Espíritus? –Resp. El que ha gozado; el otro ya ha encontrado su punición.


4. Aquel que, cuando encarnado, no ha hecho un empleo útil de su fortuna, ¿encuentra un alivio haciendo el bien después de la muerte, por la destinación que le da? –Resp. No; el bien vale lo que cuesta.