EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS

Allan Kardec

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61. Para la producción del fenómeno es necesaria la intervención de una o muchas personas dotadas de una aptitud especial que se designan bajo el nombre de médiums. El número de los que cooperan es indiferente, a no ser que en la cantidad pueden encontrarse algunos médiums desconocidos. En cuanto a aquellos cuya mediumnidad es nula, su presencia es de ningún resultado y aún más nociva que útil, por la disposición de espíritu que traen muchas veces.

Los médiums poseen, bajo este aspecto, un poder más o menos grande, y producen, por consecuencia, efectos más o menos pronunciados; muchas veces una persona, médium poderoso, producirá por sí sola mucho más que otras veinte reunidas; le bastará colocar las manos sobre la mesa para que al instante se mueva, se levante, se caiga, dé saltitos o gire con violencia.