EL CIELO Y EL INFIERNO o La Justicia Divina según el Espiritismo

Allan Kardec

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1. El Evangelio no hace mención alguna del purgatorio, que no fue admitido por la iglesia hasta el año 593. Es seguramente un dogma más racional y más conforme con la justicia de Dios que el infierno, puesto que establece penas menos rigurosas y redimibles, por faltas de una mediana gravedad.


El principio del purgatorio está basado en la equidad, porque comparando con la justicia humana, es la reclusión temporal comparada con la condena para toda la vida. ¿Qué se pensaría de un país que no tuviese más castigo que la pena de muerte para los crímenes y los delitos menos graves? Sin el purgatorio, no hay para las almas más que dos alternativas extremas: la felicidad absoluta o los suplicios eternos. En esta hipótesis, ¿qué es de las almas culpables solamente de faltas ligeras? O bien gozan de la felicidad de los elegidos sin ser perfectas, o sufren el castigo de los mayores criminales sin haber hecho mucho mal, lo que no es ni justo ni racional.