EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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20. "La beneficencia, ¿es bien entendida cuando es exclusiva entre las personas de una misma opinión, de una misma creencia, o de un mismo partido?".


No; es menester, sobre todo, abolir el espíritu de secta y de partido; porque todos los hombres son hermanos. El verdadero cristiano sólo ve hermanos en sus semejantes, y antes de socorrer al que está necesitado, no consulta ni la creencia ni su opinión, cualquiera que ella sea. ¿Seguiría acaso el precepto de Jesucristo, que dice que también debemos amar a nuestros enemigos, si rechazase a ún desgraciado, porque éste tuviese otra fe que la suya? Que lo socorra, pues, sin pedirle cuenta de su conciencia, porque si es un enemigo de la religión, es el medio de hacérsela amar; rechazándole se la haría aborrecer. (San Luis. París, 1860).