EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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7. San Pablo ha comprendido de tal modo esta gran verdad, que dice: "Si yo hablara lenguas de hombres y de ángeles y no tuviere caridad, soy como metal que suena o campana que retiñe. Y si tuviese profecia y supiese todos los misterios y cuanto se puede saber; y si tuviese toda la fe, de manera que traspasase los montes, y no tuviere caridad, nada soy. - Y ahora permanecen estas tres cosas, la fe, la esperanza y la caridad." Coloca de este modo sin equívoco, la caridad sobre la fe; es porque la caridad está al alcance de todo el mundo, del ignorante y del sabio, del rico y del pobre, y es independiente de toda creencia particular.


Hace más; define la verdadera caridad, la manifiesta; no sólo en la beneficencia, sino en el conjunto de todas las cualidades del corazón, en la bondad y en la benevoleñcia con respecto al prójimo. Fuera de la Iglesia no hay salvación.