EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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1. Y muchas gentes iban con él: y volviéndose, les dijo: - Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre y mujer e hijos, y hermanos y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo. - Y el que no lleva su cruz a cuestas y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. - Pues así cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que po- see, no puede ser mi discípulo. (San Lucas, cap. XIV, v. 25, 26, 27 y 33).