EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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17. Oración. En nombre de Dios Todopoderoso, que los malos espíritus se alejen de mí y que los buenos me sirvan de baluarte contra ellos.


Espíritus malhechores que inspiráis malos pensamientos a los hombres; espíritus tramposos y mentirosos que les engañáis; espíritus burlones que abusáis de su credulidad, os rechazo con todas las fuerzas de mi alma, y cierro el oído a vuestras sugestiones; pero deseo que se derrame sobre vosotros la misericordia de Dios.


Espíritus buenos que os dignáis asistirme, dadme fuerza para resistir a la influencia de los malos espíritus y luz necesaria para no ser la burla de sus perversas intenciones. Preservadme del orgullo y de la presunción; separad de mi corazón los celos, el odio, la malevolencia, y todo sentimiento contrario a la caridad, porque son otras tantas puertas abiertas al espíritu del mal.