EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Volver al menú
5. “Cuando se aproximaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en las cercanías del monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: ‘Id a esa aldea que está delante de vosotros, y al llegar encontraréis atada una asna y junto a ella su pollino; desatadlos y traédmelos. Y si alguien os dice algo, responded que el Señor los necesita, pero de inmediato los devolverá’. Todo eso sucedió a fin de que se cumpliese esta palabra del profeta: ‘Decid a la hija de Sión: He aquí tu rey, que viene a ti lleno de mansedumbre, montado en una asna y un pollino, hijo de la que está bajo el yugo. (Véase Zacarías, 9:9 y 10.)


”Los discípulos, entonces, fueron e hicieron lo que Jesús les había ordenado: Trajeron la asna y el pollino, los cubrieron con sus mantos e hicieron que Él se sentara encima.” (San Mateo, 21:1 a 7.)