EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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44. En las propiedades del fluido periespiritual, una vez más, se encuentra la justificación de este fenómeno. La transfiguración (explicada en el capítulo XIV, § 39) es un hecho bastante común, dado que mediante la irradiación fluídica un individuo puede modificar su apariencia; pero la pureza del periespíritu de Jesús hizo posible que su Espíritu le confiriese un brillo excepcional. En cuanto a la aparición de Moisés y Elías, entra perfectamente en la categoría de los fenómenos de ese mismo género. (Véase el Capí- tulo XIV, § 35 y siguientes.)


De todas las facultades que Jesús puso de manifiesto, ninguna se encuentra fuera de las posibilidades humanas. Todas se hallan comúnmente en el hombre, porque están en la naturaleza. No obstante, debido a la superioridad de su esencia moral y de sus cualidades fluídicas, esas facultades alcanzaron en Él proporciones superiores a las vulgares. Cuando dejaba a un lado su envoltura carnal, Jesús exhibía la condición de los Espíritus puros.