EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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55. Es para destacar que, entre los antiguos, los temblores de tierra y el oscurecimiento del sol eran accesorios obligatorios de todos los acontecimientos y presagios siniestros. Los encontramos en ocasión de las muertes de Jesús y de César, y en una infinidad de circunstancias de la historia del paganismo. Si esos fenómenos se hubiesen producido tantas veces como las que se los menciona, sería imposible que los hombres no hubiesen conservado su recuerdo en las tradiciones. En este caso se agrega la caída de las estrellas del cielo, como para dar testimonio a las generaciones futuras, más ilustradas, de que sólo se trata de una ficción, puesto que se sabe que las estrellas no pueden caer.