EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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17. ¿Será el principio vital algo distinto, que tiene existencia propia? ¿O bien, integrado en el sistema de la unidad del elemento generador, no es más que un estado particular, una de las modificaciones del fluido cósmico universal, mediante la cual este se convierte en el principio de vida, del mismo modo que se convierte en luz, fuego, calor, electricidad? En este último sentido, las comunicaciones que hemos reproducido más arriba resuelven el problema. (Véase el Capítulo VI: Uranografía general.)

No obstante, sea cual fuere la opinión que se tenga sobre la naturaleza del principio vital, lo cierto es que existe, pues observamos sus efectos. Por lo tanto, podemos admitir lógicamente que, al formarse, los seres orgánicos han asimilado el principio vital, pues este es necesario para su destino; o si se prefiere, que ese principio se desarrolló en cada individuo por efecto mismo de la combinación de los elementos, tal como se desarrollan en ciertas circunstancias el calor, la luz y la electricidad.