MANUAL PRÁCTICO DE LAS MANIFESTACIONES ESPIRITISTAS

Allan Kardec

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DIABLO: (del gr. diabolos, delator, acusador, maldiciente, calumniador). Según la creencia vulgar, es un ser real, un ángel rebelde, jefe de todos los demonios, que tiene poder suficiente para luchar contra el mismo Dios. El diablo conoce nuestros más secretos pensamientos, inspira todas las malas pasiones y torna todas las formas para inducirnos al mal. Según la doctrina de los Espíritus acerca de los demonios, el diablo es la personificación del mal: es un ser alegórico que resume en si todas las malas pasiones de los Espíritus imperfectos. Así como los antiguos daban a sus divinidades alegóricas atributos especiales; al Tiempo, una guadaña, un reloj de arena, alas y el aspecto de un viejo; a la Fortuna, una venda puesta en los ojos y una rueda bajo un pie, etcétera; así el diablo ha tenido que ser representado por rasgos características de las bajezas de las inclinaciones. Los cuernos y el rabo son los emblemas de la bestialidad, es decir, de la brutalidad de las pasiones animales. DIOS: inteligencia suprema, causa primera de todas las cosas, eterno, inmutable, inmaterial, único, todopoderoso, soberanamente justo y bueno e infinito en todas estas perfecciones.