El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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INTUICIÓN DE LAS PENAS Y GOCES FUTUROS

960. ¿De dónde procede la creencia que en todos los pueblos se encuentra de las penas y recompensas futuras?

«Siempre es lo mismo: presentimiento de la realidad dado al hombre por el espíritu encarnado en él: porque, sabedlo, no en vano os habla una voz interior. Vuestra desgracia es la de no escucharla siempre. Si pensaseis en ella bien a menudo, serjais mejores».

961. ¿Cuál es el sentimiento que en el acto de la muerte predomina en el mayor número de los hombres, la duda, el temor o la esperanza?

«La duda en los escépticos endurecidos, el temor en los culpables y la esperanza en los hombres de bien».

962. ¿Por qué hay escépticos, siendo así que el alma da al hombre el sentimiento de las cosas espirituales?

«Hay menos de los que se creen; muchos se hacen los despreocupados por orgullo durante la vida, pero en el acto de morir no son tan fanfarrones».

La consecuencia de la vida futura es la responsabilidad de nuestros actos. La razón y la justicia nos dicen que, en el reparto de la dicha a que aspira todo hombre, no pueden ser confundidos los buenos y los malvados. Dios no puede querer que los unos gocen sin trabajo de los bienes a que sólo con esfuerzo y perseverancia llegan los otros.

La idea que Dios nos da de su justicia y de su bondad por la sabíduna de sus leyes, no nos permite creer que el justo y el malvado sean para él iguales, ni dudar que reciban un dia, aquél la recompensa y éste el castigo del bien o del mal que hayan hecho. Y por esto el sentimiento innato que tenemos de la justicia nos da la intuición de las penas y recompensas futuras.