El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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764. Jesús lo dijo: El que matase con espada morirá por espada. ¿No son estas palabras la consagración de la pena del talión, y la muerte impuesta al asesino no es la aplicación de aquella pena?

«Andad con cuidado; porque os habéis equivocado acerca de estas palabras como acerca de otras muchas. La pena del talión es la justicia de Dios, y él es quien la aplica. Todos vosotros la sufrís a cada instante; porque sois castigados por donde habéis pecado en esta o en otra vida. El que ha hecho sufrir a sus semejantes, se encontrará en posición en que sufrirá lo mismo que ha hecho sufrir. Tal es el sentido de las palabras de Jesús; pero también os dijo: Perdonad a vuestros enemigos y os enseño a pedir a Dios que os perdone vuestras ofensas como vosotros las habréis perdonado, es decir en la misma proporción en que hayáis perdonado. Entended bien esto».