El Libro de los Espíritus

Allan Kardec

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800. ¿No es de temer que el espiritismo no pueda triunfar de la negligencia de los hombres y de su apego a las cosas materiales?

«Se conocería muy poco a los hombres, pensando que una causa cualquiera puede transformarlos como por encanto. Las ideas se modifican poco a poco según los individuos y se necesitan generaciones para borrar completamente los vestigios de los hábitos antiguos. Sólo a la larga puede, pues, operarse la transformación, gradualmente y poco a poco. A cada generación desaparece una parte del velo, el espiritismo viene a rasgarlo del tódo. Pero, mientras llega este caso, aunque no produjese otro efecto respecto de un hombre que el de corregirle un solo defecto, sería un paso que le habría hecho dar, y por lo mismo un gran bien; porque este primer paso le hará más fáciles los restantes».