EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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7. Y decía también al que le había convidado: Cuando das una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos: no sea que te vuelvan ellos a convidar y te lo paguen. - Mas cuando haces convite, llama a los pobres, lisiados, cojos y ciegos. - Y serás bienaventurado, porque no tienen con que corresponderte: mas se te galardonará en la resurrección de los justos.


Cuando uno de los que comían a la mesa oyó esto, dijo: Bienaventurado el que comerá pan en el reino de Dios! (San Lucas, cap. XIX, v. de 12 a 15).