EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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Para pedir un consejo

24. Prefacio. Cuando estamos indecisos en hacer una cosa, ante todo, debemos hacernos estas preguntas:


1ª Lo que pretendo hacer, ¿puede recaer en perjuicio de otro?


2ª ¿Puede ser de utilidad para alguno?


3ª Si otro hiciera esto con respecto a mí, ¿quedaria yo satisfecho?


Si esta cosa sólo interesa a sí mismo, está permitido pesar las ventajas y los inconvenientes personales que de ella pueden resultar.


Si interesa a otro, y haciendo bien para uno pueda resultar mal para otro, es menester igualmente pesar la suma del bien y del mal para obrar en consecuencia.


En fin, aun para las cosas mejores, es menester considerar la oportunidad y las circunstancias accesorias, porque una cosa buena por sí misma puede tener malos resultados en manos inhábiles y si no se hace con prudencia y circunspección. Antes de emprender una cosa conviene consultar las propias fuerzas y los medios de ejecución.


En todos los casos se puede siempre reclamar la asistencia de los espíritus protectores recordando esta sábía máxima: "En la duda, abstente". (Cap. XXVIII, núm. 38.)

25. Oración. En nombre de Dios Todopoderoso, espíritus buenos que me protegéis, inspiradme para que tome una buena resolución en la incertidumbre en que me encuentro. Dirigid mi pensamiento hacia el bien y desviad la influencia de aquellos que intentasen separarme del buen camino.