EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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35. Oración. ¡Dios Todopoderoso, y vos, mi ángel de la guarda; socorredme! Si debo sucumbir, que se haga la voluntad de Dios. Si me salvo, que en el resto de mi vida repare el mal que he hecho y del que me arrepiento.