EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Volver al menú
30. "Un hombre se expone a un peligro inminente para salvar la vida a uno de sus semejantes, sabiendo de antemano que él mismo sucumbirá, ¿puede mirarse esto como un suicidio?"

Desde el momento que no existe la intención de buscar la muerte, no hay suicidio, sino sacrificio y abnegación, aun cuando se tenga certeza de perecer. ¿Pero quién puede tener esta certeza? ¿Quién ha dicho que la Providencia no tenga un medio inesperado de salvación en el momento más crítico? ¿Acaso no puede salvar al mismo que esté a la boca de un cañón? Muchas veces se puede querer llevar la prueba de la resignación hasta su último límite; entonces una circunstancia inesperada desvía el golpe fatal. (San Luis. París, 1860).