EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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37. Si se hace abstracción en el hombre de su espíritu libre, independiente y sobreviviente a la materia, sólo queda de él una máquina organizada, sin responsabilidad y carente de fines, manejada por la ley civil con escaso éxito y apta para la explotación. En resumen: el hombre sería sólo un animal con inteligencia. Si no espera nada después de la muerte, no hay frenos que detenga su pasión por aumentar los goces materiales. Si sufre, no tiene otra perspectiva ni otro refugio que la desesperación y la nada. Mas, si tiene la certeza de un futuro, del reencuentro con los seres amados y el temor de volver a ver a quienes ofendió, todas sus ideas cambian. Aunque el Espiritismo sólo hubiese quitado al hombre sus dudas acerca de la vida futura, ya hubiera hecho más por su adelanto moral que todas las leyes disciplinarias que lo frenan, pero no lo cambian.