EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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28. La época actual es de transición: los elementos de las dos generaciones se confunden. Ubicados en un punto intermedio, asistimos a la partida de una y a la llegada de la otra, mientras cada una muestra en el mundo sus características peculiares.


Las dos generaciones que se suceden tienen ideas y puntos de vista opuestos. Por la naturaleza de las disposiciones morales, pero sobre todo por las disposiciones intuitivas e innatas, resulta fácil determinar a cuál de las dos pertenece cada individuo.


Dado que la nueva generación habrá de fundar la era del progreso moral, se distingue por una comprensión y una inteligencia, que generalmente son precoces, sumadas al sentimiento innato del bien y a las creencias espiritualistas, lo que constituye una señal indudable de cierto grado de progreso anterior. Dicha generación no se compondrá tan sólo de Espíritus eminentemente superiores, sino también de los que, como ya tienen un cierto grado de progreso, se encuentran predispuestos a asimilar todas las ideas progresivas, y son aptos para secundar el movimiento de regeneración.


Por el contrario, lo que distingue a los Espíritus atrasados es, en primer lugar, su rebeldía contra Dios, pues se niegan a reconocer un poder superior al de la humanidad; también los distingue su propensión instintiva a las pasiones degradantes, a los sentimientos antifraternos, como el egoísmo, el orgullo, la envidia y los celos, además de su apego a todo lo material: la sensualidad, la ambición y la avaricia.


Esos son los vicios de los que la Tierra debe ser expurgada, mediante el alejamiento de quienes se obstinan en no enmendarse, porque son incompatibles con el reino de la fraternidad, y porque el contacto con ellos siempre habrá de constituir un sufrimiento para los hombres de bien. Cuando la Tierra se encuentre liberada de ellos, los hombres avanzarán sin obstáculos hacia el porvenir venturoso que les está reservado, incluso en este mundo, como recompensa a sus esfuerzos y a su perseverancia, mientras aguardan que una depuración aún más completa les franquee el acceso a los mundos superiores.