EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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24. Antes de que las masas planetarias hubiesen alcanzado el grado de enfriamiento necesario para llevar a cabo la solidificación, masa más pequeñas, verdaderos glóbulos líquidos se separaron del plano ecuatorial, donde la fuerza centrífuga es mayor y, en virtud de las mismas leyes, adquirieron un movimiento de traslación alrededor de su planeta madre, como éstos lo cumplen en derredor de su astro generador.

Así fue como la Tierra dio nacimiento a la Luna, cuya masa, de menor volumen, se enfrió con más rapidez. Las leyes y las fuerzas que presidieron su despegue del ecuador terrestre y su movimiento de traslación en el mismo plano actuaron de tal manera que ese mundo, en vez de revestir una forma especial, tomó la de un ovoide, cuyo centro gravitacional se ubica en la parte inferior.