EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

Volver al menú
48. A primera vista, la idea de la caída parece estar en contradicción con el principio según el cual los Espíritus no pueden retrogradar. Sin embargo, es preciso considerar que no se trata de un retroceso al estado primitivo. El Espíritu, aunque en una posición inferior, no pierde nada de lo que ha adquirido; su desarrollo moral e intelectual es el mismo, sea cual fuere el medio en el que sea colocado. Él está en la misma situación del hombre que ha sido condenado a la prisión por sus delitos. Ciertamente, ese hombre se encuentra degradado, en decadencia desde el punto de vista social, pero no se vuelve ni más torpe ni más ignorante.