EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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4. No obstante, como el hombre debe cooperar al progreso general, pues ciertos acontecimientos tienen que ser el resultado de su colaboración, es conveniente que en casos especiales presienta esos acontecimientos, a fin de que haga sus planes y esté listo para actuar cuando llegue el momento propicio. Por eso Dios permite, en ocasiones, que se levante una punta del velo; pero siempre con un fin útil, nunca para satisfacer una curiosidad vana. Esa misión no puede ser confiada a todos los Espíritus, dado que muchos no conocen acerca del futuro más que los hombres, sino a Espíritus suficientemente adelantados para cumplirla. Ahora bien, es oportuno observar que las revelaciones de ese orden siempre se hacen espontáneamente y nunca, o al menos muy raramente, en respuesta a una pregunta directa.