EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO

Allan Kardec

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42. El Espiritismo posee, además un poder moralizador incalculable en razón de la finalidad que asigna a todas las acciones de la vida y de las consecuencias que nos demuestra respecto a la práctica del bien y del alma. Asimismo nos brinda, en los momentos penosos, gracias a una inalterable confianza en el futuro, fuerza moral, valor y consuelo. El poder moralizador está, también, en la fe de saber que tenemos cerca nuestro a los seres que hemos amado, la seguridad de reencontrarlos y la posibilidad de relacionarnos con ellos. En resumen: la certeza de que todo lo que hemos hecho o adquirido en inteligencia, conocimientos o moral, hasta el último día de nuestras vidas, no se perderá, nos ayudará a progresar. Vemos, por tanto, que el Espiritismo cumple con todas las promesas de Cristo cuando anunció al Consolador. Y como es el Espíritu de Verdad quien preside este importante movimiento regenerador, la promesa de su llegada se ve plenamente cumplida, ya que él es el verdadero consolador.2